La mirada sueca (o cómo decir verdades sin tapujos)

Lo vengo diciendo hace mucho tiempo, sin embargo, se me acusa de radical, de exagerado, y de no tener en cuenta “la flexibilidad y la creatividad locales”. De todas formas, como nadie es profeta en su tierra, hace falta que venga alguien de fuera para decir lo que todo el mundo sabe, pero con lo que nadie se mete. Todavía recuerdo una vez que propuse una racionalización de horarios en una empresa en la que trabajé y todos los jefes me respondieron al unísono: “Es imposible! El negocio no funcionaría.” Lo increíble es que funcione viendo lo que pasa en realidad. Juzguen ustedes y saquen sus conclusiones.