Dispersiones

Es curioso lo que ocurre cuando me doy cuenta de lo que hago. Al acabar de leer la frase anterior, se puede pensar “pero, no nos damos cuenta de lo que estamos haciendo acaso?” Parece que no. El poder dejar la corriente contínua de actividades y pensamientos hace que pueda ver con algo más de claridad que muchas de las acciones que llenan mi tiempo son una simple sucesión de hechos inconexos, y que al volver a la verdadera motivación que me impulsa, me percato de su futilidad y muchas veces, de su falta de sentido. Afortunadamente, ahora lo puedo ver, aunque no con la frecuencia que me gustaría. Pero bueno, vamos poco a poco, paso a paso. Al menos puedo saber cuando me estoy desviando así no me de cuenta en el preciso instante en que esto ocurre.