Dolor

Normalmente diría que me perdonaran por mi dejadez en escribir, pero esta vez es distinto. Hace unas semanas falleció mi padre y desde entonces han ocurrido muchas cosas en mi vida, todas relacionadas con este acontecimiento, que me han hecho cuestionarme muchas cosas del presente y del futuro. Es realmente difícil afrontar una situación como esta, aunque sabemos que por la inevitabilidad de la vida, tarde o temprano tendremos que “pasar por allí”. La relación que me unía a mi papá era muy estrecha y más que el hecho de perder a un padre, lo que más me duele es haber perdido a un gran amigo y compañero. Sé que no todas las personas pueden decir esto y me enorgullezco de ello. La distancia ha contribuído a enrarecer aún más el duelo, ya que, aunque no hablábamos muy frecuentemente, siempre sabíamos que el otro estaba a una llamada de distancia. Ahora todo ha cambiado. Y aunque es muy complicado asimilar que esa persona a quien tanto quería ya no estará más conmigo, siento que ahora me acompaña de otra forma, velando porque mis pasos no sean vacilantes ni vayan en una dirección inconveniente… Es duro perder a un amigo, y más aún si además es tu papá…