No más

Para aquellos que no lo sepan, el 4 de febrero de 2008 se realizará una manifestación en muchos lugares de Colombia y alrededor del mundo, para decir “ya basta” a uno de los grupos terroristas más sangrientos y crueles en la historia de América Latina: Las mal llamadas “Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia – Ejército del Pueblo”. Estos señores, en su “lucha” anacrónica y sin sentido político alguno, han contribuido de manera dolorosamente efectiva a la ruina y la descomposición social que vive Colombia desde hace casi 50 años.

A pesar de ser una raza de empuje y con muchas ganas de salir adelante, muchos colombianos nos hemos visto obligados a abandonar nuestro país gracias a la situación de inseguridad e incertidumbre que se vive allí gracias al accionar de estos impresentables que, haciéndose pasar por “interesados en combatir la desigualdad social y lograr el gobierno del y para el pueblo”, lo único que han logrado es crear una cultura de la guerra en la que hemos crecido varias generaciones, fomentando el odio, la violencia, la corrupción y la pobreza más absoluta en uno de los países con mayores perspectivas de crecimiento económico y social del continente.

Lo que la gente de otras latitudes no sabe es la barbarie que hay detrás de todas esas “nobles ideas”: pueblos arrasados, asesinatos en masa, campesinos obligados a ejercer de esbirros y cómplices inocentes del narcotráfico, secuestros de hasta 10 años de duración (!) en medio de la selva en condiciones inhumanas (rehenes encadenados y vejados, a pesar de estar muy enfermos), por mencionar solo algunas de las “bondades” de estos elementos.

La pregunta es: Y se ha logrado algo? El “proletariado” vive mejor? Se han conseguido conquistas sociales significativas? La respuesta es un rotundo “No”. Todo lo contrario: el país se halla sumido en una guerra de baja intensidad que ha ahuyentado a los mejores talentos, vaciado las arcas públicas y fomentado la corrupción y la desigualdad. Mientras otros países del continente han superado esa lacra mediante el exterminio o captura de sus cabecillas, nuestro país se consume lentamente en una guerra que ya no tiene ningún sentido. Hasta el mismo Fidel Castro, imagen inspiradora de muchos grupos de ideología similar, reconoció que la solución a estos problemas no se alcanzará nunca por la vía de las armas.

Nos hemos cansado. Ya no más. Tener miedo agota y el sentimiento de impotencia que genera el no poder hacer nada es muy frustrante. Queremos vivir en paz. Poder recorrer nuestro país sin la amenaza de ser secuestrados o asesinados, disfrutar de todo lo que nuestra tierra nos ofrece sin restricciones o peligros, volver cómo y cuando queramos, hablar libremente, en tres palabras: poder vivir allí!, pero nada de eso será posible hasta que el último de sus integrantes haya depuesto las armas y entendido que es inútil hacer caso a ideas extremistas que sólo buscan defender los intereses de unos pocos, más si es por la via equivocada.

Los invito a visitar esta web y a acompañarnos. No estoy afiliado a ningún grupo político ni religioso. Simplemente soy un ciudadano más que está cansado de ver a su país en esa lamentable situación en la que se encuentra por culpa de unos pocos. No importa la nacionalidad: creo que la justicia, la paz y el derecho a la tranquilidad son valores universales que van más allá de credos o pasaportes. Anímense!

No cabe la menor duda

Hoy, revisando las entradas del blog, me encontré con una historia que quise volver a leer, pero descubrí que el enlace al artículo original (ya lo he corregido) ya no era válido. Sin embargo, el sitio al que apuntaba tenía una recopilación de historias relacionadas con la guerra que libra Colombia desde hace más de 50 años y, un poco por casualidad, di con esta entrevista al “Mono Jojoy”, lider guerrillero de las FARC, quien deja muy claro lo que persigue este movimiento insurgente, para aquellos que piensan todavia (!) que estos señores quieren la paz y la prosperidad del país.

Me llaman la atención frases como “Las Farc jamás han hablado de desmovilización y desarme. Las Farc han hablado de buscar una salida dialogada con el Gobierno para ponernos de acuerdo. Pero hay que recordar que el fusil es el garante de los acuerdos que se firmen. Si uno los entrega, esto se acaba. Ni siquiera los periodistas vendrían a hablar con nosotros“.

Quiere decir esto que así se alcance una solución negociada, estos señores se perpetuarán en el tiempo? No me gustan los extremos, pero en este caso creo que el pueblo colombiano tiene derecho a recuperar la paz y tranquilidad perdidas desde hace mucho, y que, para bien o para mal, uno de los dos bandos debe desaparecer de la escena. Por supuesto, el Gobierno, avalado por millones de colombianos y colombianas de bien, tiene la mayoría. El resto creo que pueden deducirlo ustedes…

La guerra es la fiesta de los muertos

Acabo de leer un articulo muy duro sobre las ironias de la vida, sobre como despues de superar una horrible experiencia, el destino pone a las personas en situaciones limite y muchas veces acaba de golpe con ilusiones y sueños. Una reflexión más sobre la crítica situación que vive Colombia y todas las consecuencias ese cáncer letal formado por la combinación del conflicto armado, la corrupción, la doble moral y la pobreza que le atenazan.