Perseverancia

En el blog de Kirai me he encontrado este artículo sobre la perseverancia, ese preciado bien que todos queremos conseguir, pero que pocos logran. Me gusta mucho la comparación que hace entre la mentalidad japonesa y la española, esta última tan llena de defectos y que defiende a capa y espada la ley del mínimo esfuerzo, sobre la dedicación y el estudio por ejemplo. Hay quien en los comentarios escribe que la “flexibilidad y la creatividad” españolas son un activo a conservar. Estoy de acuerdo, aunque me parece que están sobrevaloradas, es decir, se les da mucho más peso que al trabajo hecho a conciencia. Un equilibrio entre la perseverancia, la ambición y la creatividad siempre es sano, porque no se puede decir que somos “perseverantes” por el simple hecho de trabajar muchísimas horas (otro defecto típicamente español, confundir la productividad con el tiempo trabajado: “a más horas, soy más productivo…”), sino todo lo contrario: el trabajar racionalmente con periodos de alta concentración y productividad, aunque sean cortos, es mucho más eficiente que estar muchas horas sin hacer prácticamente nada, aunque se “vea” muy bien de cara a los demás…Para terminar, una frase en japonés que se está convirtiendo en mi favorita, porque reduce a cero la connotación de “suerte” o “ayuda divina” a la que estamos acostumbrados y hace énfasis en el esfuerzo necesario para conseguir una meta: がんばって ください (ganbatte kudasai): “Hazlo lo mejor que puedas”.

30 dias sin noticias

Hoy he decidido desconectarme por 30 días del bombardeo de información al que estoy sujeto a diario. Quiero pensar que podré dedicarle más tiempo a mis proyectos y concentrar mi atención en los temas de los que quiero ocuparme sin distracciones. Tengo la convicción de que si necesito enterarme de algo, podré buscarlo asincrónicamente en lugar de estar recibiendo las noticias “al momento”, con su respectiva carga de estrés y tensión. Por tanto, durante este período no veré o escucharé noticias por televisión, internet o radio, no consultaré periódicos online ni offline ni leeré los feeds a los que estoy suscrito (pocos). Por otro lado, también voy a limitar el acceso al correo electrónico a dos veces al día (primera hora de la mañana y última de la tarde), sin dejar activo todo el tiempo el cliente que utilizo. La mensajería instantánea también pasa a segundo plano, para evitar distracciones en horas “productivas”. Alguna iniciativa similar por parte de ustedes, amables lectores? Me encantaría conocer vuestras experiencias en los comentarios.