Nintai

A veces, cuando pienso que las cosas no funcionan, mi mente se descontrola y comienza a crear una amplia gama de escenarios, cada cual más catastrófico y negro, que va proyectando ante mis ojos como un sombrío aviso de lo que puede esperarme. Sin embargo, al cerrar y volver a abrir los ojos, me percato de que estos pensamientos son como fuegos artificiales: mucha luz, color y ruido y un segundo después, nada de nada. Y ahí me centro en la realidad: lo que tengo delante, que es lo único que existe en ese momento. La paciencia es la clave y una virtud imprescindible, aunque a veces cueste trabajo caminar a su ritmo, que en ocasiones se me hace extenuantemente lento…